El tratado busca reducir la contaminación por plásticos a nivel mundial mediante el establecimiento de compromisos y acciones para reducir la producción y el consumo de plásticos de un solo uso. El enfoque es garantizar una economía circular, en la que el reciclaje y la reutilización sean fundamentales, para evitar que los plásticos terminen en vertederos y en los océanos.
El INC-5 (Quinto Comité Intergubernamental de Negociación), celebrado en Corea del Sur en 2024, es parte del proceso de negociaciones internacionales para establecer un tratado global sobre el plástico. Sin embargo, al final de este encuentro, no se alcanzó un acuerdo vinculante sobre varios de los puntos más críticos que se discutieron.

El acuerdo involucra a los países signatarios de manera vinculante. Aunque se ha logrado un consenso sobre varios puntos, aún quedan aspectos críticos por resolver, como el financiamiento y la implementación de los compromisos.
El tratado promueve la economía circular, es decir, transformar la manera en que producimos y consumimos plásticos, de modo que los productos plásticos puedan ser reutilizados y reciclados de forma eficiente. Las partes del tratado también se comprometieron a mejorar las tecnologías de reciclaje.

Uno de los puntos críticos del tratado es la transición justa. Esto implica asegurar que los trabajadores y sectores involucrados en la producción y gestión de plásticos sean apoyados en su transición hacia nuevas formas de empleo y producción, lo que incluye a los recicladores de base.
El tratado subraya la importancia de asignar recursos financieros adecuados para implementar los compromisos de reducción de plásticos y de transición hacia una economía circular. Sin embargo, el tema del financiamiento sigue siendo uno de los puntos más debatidos y críticos.
¿Qué significa que no haya un acuerdo vinculante?
Un acuerdo vinculante es aquel que, una vez firmado, obliga legalmente a los países participantes a cumplir con los compromisos establecidos en el tratado. En este caso, la falta de un acuerdo vinculante significa que no se alcanzaron resoluciones definitivas que obliguen a los países a actuar de manera concreta y con plazos establecidos para abordar la contaminación por plásticos a nivel global.
Principales puntos de desacuerdo:
Financiamiento y transición justa: Uno de los puntos más sensibles y conflictivos durante las negociaciones fue la cuestión del financiamiento para la transición hacia una economía circular y la gestión adecuada de residuos plásticos. Aunque se discutió la necesidad de establecer fondos para apoyar a los países en desarrollo y las comunidades vulnerables, no se llegó a un acuerdo claro sobre cómo se distribuirían esos fondos ni cómo se implementaría la transición justa para los trabajadores del reciclaje y sectores relacionados.

Plazos y compromisos de reducción de plásticos: Hubo desacuerdos sobre los plazos y las acciones específicas que deberían tomar los países para reducir la producción de plásticos y eliminar plásticos de un solo uso. Si bien muchos países reconocen la necesidad urgente de reducir los plásticos, no hubo un consenso sobre las acciones concretas y las metas específicas a alcanzar.
Exclusión de sectores clave: Aunque el tratado incluyó a actores importantes como los recicladores de base, la participación de la sociedad civil, así como la inclusión de los sectores industriales, sigue siendo un tema de preocupación. Sin una definición clara de la transición justa, muchos de los grupos clave, como los recicladores de base, siguen sin un compromiso claro para su integración y apoyo dentro del marco de acción global.
Transparencia y química de plásticos: Otro tema crítico fue la transparencia sobre los tipos de plásticos que se están utilizando y los químicos asociados con estos materiales. Muchos países aún tienen dudas sobre cómo regular los plásticos de manera eficiente sin afectar a la industria, lo que ha retrasado el establecimiento de un enfoque claro y vinculante.
Impacto de la falta de un acuerdo vinculante:
Demora en soluciones efectivas: La falta de un acuerdo vinculante retrasa las acciones urgentes que
son necesarias para combatir la contaminación por plásticos a nivel global. Sin compromisos claros, los
países no tienen la obligación legal de tomar medidas concretas para reducir la producción de
plásticos ni para mejorar la gestión de residuos.
Riesgo de prolongación del problema: Si las negociaciones continúan dilatándose sin resoluciones
claras, el problema de la contaminación por plásticos podría empeorar, especialmente en áreas donde el reciclaje es mínimo y la producción de plásticos sigue creciendo sin control.
Falta de previsibilidad: La falta de compromisos vinculantes también genera incertidumbre para las industrias, los recicladores de base y las comunidades, ya que no saben con certeza qué tipo de políticas o cambios tendrán lugar en el futuro cercano para abordar la crisis de los plásticos.
Próximos pasos y perspectivas:
La incertidumbre generada por la falta de acuerdo vinculante hace necesario que los delegados y las partes involucradas en la negociación sigan trabajando en futuras rondas de discusión. El siguiente paso será el INC-5.2, en el que se espera que los países intenten resolver los puntos pendientes, con la esperanza de llegar a compromisos más concretos y vinculantes.
El objetivo de la comunidad internacional debería ser avanzar hacia un tratado eficaz que no solo reduzca la producción de plásticos, sino que también promueva un enfoque justo y equitativo que apoye a los sectores más vulnerables y tenga en cuenta el impacto global de la contaminación por plásticos.
En resumen, el INC-5 terminó sin un acuerdo vinculante, lo que pospone las soluciones globales a la crisis del plástico, pero también abre la puerta para seguir trabajando en un tratado más sólido que aborde los puntos pendientes de manera urgente y efectiva.